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Propósitos de año nuevo: ¿Cómo llevarlos a cabo?

 

Al acercarse el fin de año, nos preguntamos a manera de balance, ¿qué nos faltó por hacer,? o ¿qué pudimos haber hecho mejor durante el año?, entonces surgen lluvias de ideas de cómo hacer del año nuevo el mejor,  sea a nivel laboral, familiar, social o personal. El problema surge cuando con todo el impulso, y movido por las masas y la moda del momento, elaboramos listas interminables de propósitos y hasta mencionamos que las iniciaremos todas el primero de enero; propósitos bien intencionados la mayoría de las veces, tales como, alimentarse más saludablemente, realizar deporte, actividades recreativas, iniciar una carrera universitaria o terminarla, todos estos deseos son indiscutiblemente muy apropiados para cualquier persona que se los proponga, ese no es el problema, lo es, pretender abarcar todos de una y al final no terminar ninguno o peor aún, el gas propulsor, llámese, motivación, se esfuma como el viento.

Puede que a poco más de quince días de haber iniciado este año, ya hemos dejado los propósitos de año nuevo o del todo aún no sabemos qué hacer o cómo iniciarlos; entonces, no cumplirlos, dejarlos inconclusos o no tenerlos del todo, genera frustración, enojo, insatisfacción, sentido de pérdida, auto recriminación, incomodidad, creerse incapaces, en fin, podría seguir con todas esas emociones negativas generadas por un propósito no cumplido y por las expectativas que se tuvieron del mismo. La pregunta que cabe entonces es, ¿porqué razón no terminamos o no cumplimos estos propósitos?.

  1. Nos ponemos excusas para no hacerlo, justificamos muy bien porqué no me muevo a hacer algo; en otras palabras, nos saboteamos a nosotros mismos porque no creemos poder hacerlo.
  2. Miedo a ser incomodado, esto es, todo cambio implica salir de mi sitio de confort, aquel que ya controlo y conozco a la perfección, cambiar involucra toma de decisiones, incomodarme, ajustarme, adaptarme y esto asusta y por tanto “mejor viejo conocido, que nuevo por conocer”.
  3. Comparamos nuestros propósitos con los de otras personas y si al Señor Pedro de los Palotes le fue mal, a mi me va a ir peor porque este señor sí que tenía todo planificado; nos basureamos y hacemos zancadillas porque es más fácil no hacer nada y justificarlo, que hacerlo y que no salga bien, y sin intentarlo siquiera, lo dejo en el olvido.
  4. Los propósitos o metas que establecemos no son realistas y elevamos tanto lo que queremos que cuando lo vamos a hacer, nos damos cuenta que para ser piloto de avión yo necesito saber volar un avión.
  5. Nos vamos con las puras ganas y el deseo, sin darnos cuenta que se necesita trabajar y planificar antes de cumplir la meta o propósito.
  6. Queremos muchas cosas a la vez y no priorizamos, iniciamos todo al mismo tiempo y con el mismo, las metas se desvanecen sin darnos cuenta. “el que mucho abarca, poco aprieta”.
  7. La voluntad flaquea porque todo lo anterior no se ordena, no se fijan objetivos claros y no se es realista en lo que quiero.

Hablemos entonces del ¿cómo logro cumplirlos?. Es importante antes de puntuar, tener claro que como seres humanos tenemos la capacidad de ejecutar y llevar a cabo lo que nos propongamos, siempre y cuando, tengamos un cable conectado a tierra y conozcamos nuestras habilidades y herramientas para lograr objetivos, así como, prepararnos, capacitarnos e informarnos de lo que queremos hacer. Nada nace del aire , todo requiere esfuerzo, perseverancia, constancia y coherencia. Dicho esto, puntualmente debemos:

  1. Establecer listas cortas,.
  2. Deben ser realistas y cubrir una necesidad.
  3. Preferiblemente escribirlas y no que sean notas mentales.
  4. Buscar redes de apoyo. Cómplices.
  5. No planificar nada si está cansado, de mal humor o frustrado.
  6. Llevar el control y planificar el cómo y cuándo.
  7. Ser flexible, permitirse fallar.
  8. Téngase respeto y crea en sus capacidades.
  9. Empezar de nuevo si algo sale mal y registrar los resultados.
  10. Informarse antes de ejecutar.

Por tanto, resumiendo, nuestras metas y/o propósitos deben ser significativos, específicos, medibles, informados, saber cuál necesidad cubre y deben ser rastreables, o sea, que se pueda evaluar el progreso.

“ La vida comienza donde el miedo termina”

OSHO.

                   ¡FELIZ AÑO!

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